¿Qué características tenia la
sociedad uruguaya hacia el 900?
Era un
país de poca población, pero en este nuevo Uruguay, debido a factores como la
buena economía, la paz en la sociedad y la significativa inmigración, la
población aumentó (aun así era poca).
“El Censo
de 1908 demostraría que la población uruguaya había logrado multiplicarse por
trece (…) En 1908 la proporción de extranjeros llegaba al 18%”
Se
caracterizaba por ser una sociedad joven, extranjera y plural, con más de dos
clases sociales, alta, media y populares. Era desigual pero débilmente
tensionada. Sí, existían huelgas y manifestaciones por el descontento de la
clase trabajadora, pero nunca se llegó a una revolución debido a que el Estado
se anticipó al enfrentamiento, y puso reglas de cómo debe ser la relación entre
capital y trabajo. Le brindó a esta clase la seguridad y el respaldo necesario.
Se podía
decir que era una sociedad “burguesa” porque estaban regidos por el sentimiento
del desarrollo individual, el deseo del ascenso y el miedo a descender de clase
por la movilidad existente. A pesar de esto no era una sociedad excesivamente
jerarquizada, ni oligárquica. Tal como expresó Rilla en su libro “El 900” tomo 1: “Proyectaba más bien una matriz
igualitaria, ciudadana, polémica y por extensión, partidista”,
En esta
sociedad que se abría al mundo con gran prosperidad y espíritu de progreso, se
instaló la sensibilidad más pacata con un pudor falso, que llevaba a la
hipocresía, Según el historiador José Pedro Barrán será “la época de la
vergüenza, la culpa y la disciplina.”. Esta sensibilidad generó en las personas
nuevas formas de vida, dejando atrás la época de la “barbarie”.
La
sociedad se espantó ante el castigo a los niños, abominó la delincuencia. Se
encontró la intimidad formando así el concepto de “vida privada”, ni ellos
mismos se permitían exteriorizar su vida, ni la curiosidad ajena entraba en
ésta. El trabajo era de gran importancia en sus vidas, se dejó de lado aquel
ocio de otros tiempos. Era una sociedad civilizada, disciplinada. De acuerdo al
pensamiento Batllista el Estado debe intervenir en las relaciones laborales,
debe poner reglas sobre cómo debe ser la relación.
Prevé que
el desarrollo industrial en nuestro país sufra lo que esta sufriendo el
proletariado europeo en donde el capitalista invocando su enorme esfuerzo para
llevar adelante la empresa exige al obrero esfuerzos inhumanos por lo tanto
Batlle propone anticipar la protección del obrero y otros débiles como la mujer
y el niño. Batlle protege al niño y a la mujer, protege a la madre.
Se debe
aprovechar el tiempo de formación para corregir.
Leyes
laborales y de ordenamiento social:
- Jornada
laboral máxima de 8 horas diarias y 48 horas semanales
-
Descanso obligatorio de un día cada siete
-
Prohibición del trabajo de menores de 13 años
-
Restricción de la jornada laboral a los menores de 19
- Derecho
de huelga
- Amparo
a los desocupados
- Ley de
prevención e indemnización de accidentes de trabajo
- Pensión
a la vejez y a la indigencia
- Salario
mínimo para el peón rural
-
Vacaciones pagas de 40 días para las mujeres embarazadas
- Ley de
divorcio
-
Protección a los derechos de los hijos naturales
Respecto al Carnaval:
Los
orígenes del carnaval se remontan a la época colonial, mediados del SXVIII.
Donde en el día de San Valentín o San Baltasar los negros esclavos eran
autorizados por sus dueños a descansar y divertirse, y estos lo hacían
disfrazándose de sus amos e imitándolos. Aparece el concepto de llamada, la
llamada era la forma convocatoria que estos hacían con el sonar de sus
tamboriles
Llevando
el carnaval más hacia el 900 (que no se alejaba tanto a lo que es hoy), yo lo
relacionaría con lo que mencioné anteriormente como una característica de la
sociedad “sensibilidad más pacata con un pudor falso, que llevaba a la
hipocresía”
El
carnaval es el claro ejemplo de que era una sociedad hipócrita, eran los únicos
días en los que el hombre podía hacer todo lo que deseaba en el año ya que
vivía reprimido. Ocultándose detrás de las mascaras y mezclándose en las masas.
Yo lo llamaría “la liberación del alma”, tal como hace referencia Gustavo
Cordera en la película “El Último carnaval”, diría que es un momento de total
catarsis, donde fluye todo lo Dionisiaco.
Palabras
en Diario El Día “El carnaval es el reinado de la fantasía”, “Fiesta del
pueblo, alegría popular de la calle”.
¿Cuál era su mentalidad?
Las
costumbres de nuestra sociedad comienzan a cambiar, debido a varias razones.
Por un lado, el avance de la educación de masas y por lo tanto, el retroceso
del analfabetismo. Por otro, la urbanización de la sociedad que provoca un
cambio de mentalidad en todos los sectores. A su vez la europeización de las
costumbres, genera la adopción de una mentalidad diferente, a decir del
historiador Barrán, la “sensibilización” de las costumbres “bárbaras”.
¿Qué incidencias tuvieron los extranjeros en
nuestra sociedad?
- Como
eran vistos los extranjeros por los criollos
- Como
nos veían los extranjeros
El
Uruguay de 1830 apenas contaba con 70.000 habitantes. El de 1875 poseía ya
450.000 y el de 1900 un millón. El espectacular crecimiento - la población se
multiplicó por 14 en 70 años - no tenía parangón en ningún país americano. La
alta tasa de natalidad dominante hasta 1890 - 40/50 por mil habitantes - se
había unido a una relativamente baja tasa de mortalidad - 20/30 por mil - para
ambientar este hecho, pero el factor crucial de la revolución demográfica fue
la inmigración europea.
Franceses,
italianos y españoles hasta 1850, italianos y españoles luego, llegaron en 4 o
5 oleadas durante el siglo XIX. La inmigración fue temprana en relación a la
más tardía que arribó a la
Argentina , y sobre todo fue cuantiosa en relación a la muy
pequeña población existente en 1830. De 1840 a 1890, Montevideo poseyó de un 60 a un 50 % de población
extranjera, casi toda europea. El Censo de 1860 mostró un 35% de extranjeros en
todo el país, y el de 1908 redujo esa cifra al 17%.
Los
europeos - y brasileños - , con valores diferentes a los de la población
criolla, sobre todo los primeros, más proclives al espíritu de empresa y al
ahorro; protegidos por sus cónsules durante las guerras civiles y recompensados
siempre por sus pérdidas por el estado uruguayo amenazado desde el exterior, se
convirtieron hacia 1870-1880 en los principales propietarios rurales y urbanos,
como poseían el 56% del total de la propiedad montevideana y el 58% del valor
de la propiedad rural.
Los
inmigrantes europeos fueron también los iniciadores de la industria de bienes
de consumo al grado que en 1889 controlaban el 80% de esos establecimientos.
Los inmigrantes, hostiles por lo general a las disputas entre blancos y
colorados, exigieron la paz interna.
Situación económica y política
Desde el punto de vista político el elemento
civil se hizo cargo de todas las responsabilidades del gobierno y la vida política
se centralizo en los partidos tradicionales. Se logro una cierta representación
de las minorías que la constitución de 1830 no proveía.
El Poder Ejecutivo
ejercía una fuerte supremacía sobre todo el país (presidencialismo). Se produjo
la transformación del militarismo al civilismo.
Uruguay
no se fijaba los precios de sus productos, la economía ere dependiente al
mercado internacional.
La ganadería
y sus derivados seguían siendo la producción básica del país y la única riqueza
exportable.
La exportación
sufría fluctuaciones pero seguía siendo una importante actividad.
En 1890
se sufre una crisis profunda.